Versiones saludables de tus comidas favoritas
Para todos, comer es un placer y hacerlo de forma saludable también lo es. Y, la realidad, es que puedes seguir disfrutando de todo aquello que te...
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Equipo Apetece Cuidarse Oct 21, 2022 11:41:42 AM
A pesar de que, en muchas ocasiones lo dejamos de lado, todo aquello que bebemos forma parte también de nuestra alimentación. Y, la realidad es que de nada sirve que cuidemos mucho lo que comemos, si después no prestamos atención a lo que bebemos. Las bebidas pueden aportarnos nutrientes y beneficios, pero también calorías vacías provocando que podamos engordar con facilidad y, no solo eso, sino también desarrollar algunas enfermedades. Te contamos qué rol tienen las bebidas en nuestra salud y en nuestro peso ¡Ten en cuenta también lo que bebes!
Para comenzar es importante saber que debemos beber al menos, entre 1,5-2 litros de agua al día, aunque este dato depende de varios factores, como la edad. Pero, si decidimos consumir otra bebida, debes de saber que refrescos, zumos industriales, bebidas energéticas y licores contienen una gran dosis de azúcar y, por tanto, de calorías. ¿El problema? Son calorías prácticamente vacías puesto que no aportan ningún nutriente importante.
En el caso de las bebidas alcohólicas también nos aportan calorías vacías, pero además favorece la formación de grasa corporal. De esta manera, puede decirse que el consumo de estas bebidas está directamente relacionado con un incremento del peso, el desarrollo de obesidad y otras enfermedades.
Para comenzar a cuidarte prestando atención a aquello que bebes, es necesario saber que hay bebidas que debemos evitar, o bien, tratar de tomarlas lo menos posible, los refrescos son unas de ellas. Pues, se consideran junto con otros factores, responsables de la expansión actual de enfermedades, como la diabetes tipo 2 y el sobrepeso en todo el mundo.
Y, al contrario de lo que pueda parecer, el hecho de que los refrescos sean light o zero, tan solo significa que el azúcar ha sido sustituido por edulcorantes, pero estos por su parte, tienen otros efectos contraindicados para la salud. De hecho, a través de varios estudios se ha demostrado que el consumo de refrescos, incluidos aquellos elaborados con edulcorantes, dan lugar a un mayor consumo de calorías totales al incrementar las cantidades de comida que se toman cuando se consumen.
Además, su sabor dulce y un dulzor intenso, hace que nuestro umbral por este sabor aumente, creando la necesidad de buscar en otros alimentos ese sabor, es por este motivo que el consumo de refrescos da lugar a una mayor predisposición por los alimentos dulces no saludables.
Por otra parte, otros estudios también relacionan el consumo de refrescos (incluidos los light o zero), con una alteración en la flora intestinal que pueden provocar, por ejemplo, molestias digestivas, intolerancias alimentarias, sobrepeso y obesidad. A nivel mundial, México es el país en el que se consume una mayor cantidad de refrescos y se estima que la mitad de su población padece hígado graso junto a otras enfermedades como diabetes, hipertensión y obesidad.
Además, algunos estudios indican que las personas que toman azúcar con regularidad presentan mayores marcadores de inflamación, desencadenante para el desarrollo de enfermedades autoinmunes, problemas cardiovasculares y cáncer.
Si hablamos de otras bebidas como el vino, especialmente vino tinto, seguro que muchas veces hemos escuchado o leído, que durante las comidas puede ser saludable para el corazón, pero en realidad no hay una dosis mínima de alcohol libre de riesgo para la salud. El consumo de alcohol independiente de la bebida de la que proceda se relaciona con enfermedades hepáticas, cáncer y otros problemas de salud.
Para aprovechar los beneficios del vino, como los flavonoides, se pueden conseguir con otros tipos de alimentos, como las verduras, el té, la soja y frutas, como la naranja, la granada, el limón, las uvas o la manzana. Pues, la realidad es que según un informe de la OMS, alrededor del 4% de los diagnósticos de cáncer en el mundo en el año 2020 se atribuyeron al consumo de alcohol.
Por encima de todo, se debe priorizar el consumo de agua sobre cualquier otra bebida, pues es el líquido que nuestro organismo necesita para sobrevivir y para llevar a cabo sus funciones vitales. Pero, a veces, se nos presentan situaciones en las que beber agua nos puede parecer poco atractivo o aburrido, en ese caso podemos encontrar opciones saludables, como las infusiones o una gran variedad de tés de todo tipo.
El té nos aporta polifenoles, unas sustancias antioxidantes que le confieren muchos beneficios, su consumo ayuda a regular los niveles de colesterol y glucosa en sangre, además ofrece protección frente a dolencias de tipo cardiovascular. Además, no aporta calorías -revisa en la etiqueta que sea sin azúcares añadidos- y si se consume caliente tiene un gran poder saciante ayudando a calmar el apetito y la ansiedad por la comida.
Como has visto, las bebidas pueden ser al igual que los alimentos una buena manera de aportar lo que nuestro cuerpo necesita, pero si tomamos malas elecciones y tomamos a menudo bebidas no saludables podemos dar lugar al desarrollo de algunas enfermedades, como diabetes, incremento del peso y otros problemas de salud.
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