8 tips para cambiar de mentalidad

A veces en la vida nos damos cuenta de que nuestra forma de pensar sobre algo concreto actúa más como un hándicap que como una herramienta a nuestro favor. Cuando sucede esto, lo más inteligente es, sencillamente, cambiar de mentalidad. Sin embargo, esto no es tan fácil como parece, y puede costar bastante tiempo conseguirlo. 

En este artículo te damos unos trucos que te ayudarán a lograrlo. 

1. Tomar la decisión de cambiar de mentalidad

Lo primero que tenemos que hacer para cambiar de mentalidad es tomar la decisión de que queremos hacerlo. Puede parecer algo bastante obvio. Sin embargo, cuando reconocemos que queremos cambiar de mentalidad sobre algo en concreto, lo que estamos haciendo en realidad es identificar el problema. De este modo, resulta mucho más fácil abordarlo y, en consecuencia, actuar de forma efectiva a la hora de lograr nuestros objetivos.

2. Marcarse una meta 

Cualquier cambio en nuestra vida implica pasar de un estado a otro. Ese otro es la meta que queremos conseguir, y definirla nos ayudará a lograrlo. En este sentido, definir la meta del cambio mental que queremos conseguir nos ayudará a lograr el cambio de mentalidad que nos hemos propuesto, ya que nos permite orientar nuestras acciones hacia una dirección concreta y bien determinada. 

3. La información es poder 

Cambiar de mentalidad puede parecer sencillo cuando tenemos la voluntad y la determinación de hacerlo. Sin embargo, durante el proceso, lo más probable es que nos encontremos obstáculos que ni siquiera nos habíamos imaginado. Debido a esto, lo más recomendable es adquirir información para aprender a sortearlos correctamente. ¿Cómo? Eso depende del cambio de mentalidad que queramos llevar a cabo. Lo más interesante será informarse y formarse en el campo que queremos cambiar. Si queremos cambiar nuestra mentalidad para ser más asertivos tendremos que aprender a tomar decisiones más firmes y a aprender a comunicarlas mejor, si queremos ser más expresivos tendremos que aprender técnicas de comunicación interpersonal, si queremos dejar de tener determinados miedos tendremos que informarnos sobre el tema y cómo abordarla, etc.

4. Adquirir nuevas experiencias 

Además de la información y la formación, otro elemento que nos va a ayudar a cambiar de mentalidad son las experiencias que adquiramos. En este sentido, podemos buscar nuevas experiencias de forma intencionada que nos permitan ver las cosas desde otra perspectiva. Por ejemplo, un viaje, un cambio de trabajo, aprender un nuevo idioma, aprender a querernos, etc. Dependiendo de qué cambio de mentalidad queremos hacer, nos interesará más un tipo de experiencia u otra.

5. Rodearse de gente que nos sirva de ejemplo 

Otro de los elementos que más nos va a poder ayudar a cambiar de mentalidad es la gente que nos rodea. En este sentido, rodearse de personas que puedan ser ejemplo a seguir nos va a ayudar en gran medida a conseguir ese cambio de mentalidad que buscamos. ¿Por qué? Porque al compartir tiempo y experiencias con personas que piensan del modo que queremos hacerlo nosotros vamos a adquirir ideas y enfoques similares. El simple hecho de compartir tiempo con personas que puedan servirnos como ejemplo nos va a ayudar a ver las cosas de otro modo y, sobre todo, nos va a permitir imitar acciones y modos de pensar que, de otra forma, puede que a nosotros no se nos hubieran ocurrido.

6. Visualizar el éxito 

Una herramienta que nos puede ayudar mucho en cualquier proyecto en la vida, incluido también el de cambiar de mentalidad, es la visualización del éxito. Esto consiste en imaginar cómo será el momento en el que hayamos alcanzado la meta que nos hemos propuesto. Esta técnica es sencilla, pero muy efectiva a la hora de mantener firme la determinación que nos ha llevado a tomar la decisión de empezar el proyecto que nos hemos propuesto y ser optimistas.

7. Examina si algo te está limitando 

Además de tener una actitud proactiva a la hora de cambiar de mentalidad, hay que tener en cuenta que es posible que haya determinados factores externos que están actuando como limitantes y que nos impiden (o al menos dificultan) que logremos el cambio que estamos buscando. En este sentido, es muy importante examinar nuestro entorno cercano e intentar localizar aquellos elementos que pueden estar actuando como limitantes sin que nos demos cuenta. Quizás, nuestro entorno de trabajo, la educación que recibimos de pequeño, nuestra familia, algunas amistades, la ciudad en la que vivimos, o cualquier otro elemento externo a nosotros, puede estar actuando como lastre que nos impide lograr el cambio de mentalidad que queremos. Si después de examinar nuestras circunstancias identificamos algo que nos está limitando, deberemos buscar la forma más adecuada de sortear ese problema.

8. Ignorar las críticas negativas 

Uno de los elementos que nos puede complicar mucho a la hora de cambiar de mentalidad son las críticas que vamos a recibir por ello. En general, hagamos lo que hagamos, siempre va a haber personas que nos apoyen y otras que no. Si recibimos críticas constructivas es posible que podamos aprovecharlas para mejorar algo en lo que no habíamos reparado aún. Sin embargo, si percibimos que lo que estamos recibiendo son críticas negativas, lo mejor es que sencillamente las ignoremos. ¿Por qué? Porque se trata de críticas que no pretenden crear nada positivo, solo hacer daño. Por ello, lo mejor que podemos hacer es obviarlas. Además, esta es la mejor manera de evitar que la persona que nos critica siga haciéndolo. Por el contrario, si prestamos atención, lo más probable es que sienta que tiene poder sobre nosotros y las críticas continúen. 

Finalmente, a la hora de plantearse un cambio de mentalidad, conviene recordar que, como la mayoría de cosas en la vida, debemos enfocarlo como un proceso. Es decir, algo que no sucede de la noche a la mañana, sino que va desarrollándose poco a poco hasta crear la costumbre que, al final, será la que termina estableciéndose como un hábito plenamente integrado en nuestra forma de pensar.