Cenas de fin de semana saludables, nutritivas y sabrosas
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Laura Portugués Mar 10, 2024 11:15:12 PM
En este artículo te explicamos qué es el efecto rebote de una dieta, que peligros tiene y cómo puedes evitarlo. Sigue leyendo y te lo contamos.
El efecto rebote tiene lugar al seguir una “dieta milagro”. En estas dietas se promete una bajada rápida de peso, pero lo que realmente ocurre es que, una vez que la finalizamos, recuperamos el peso perdido y otro poco más. Es decir, acabamos con más peso que cuando comenzamos la dieta.
Es decir, se produce un efecto yo-yo de subida y bajada de peso, haciendo que, al final, el peso vaya aumentando después de dejar cada dieta milagro que se ha empezado.
Las dietas milagro se caracterizan porque son planes de alimentación muy estrictos y en los que se prohíben alimentos necesarios como verduras, frutas, carnes, pescados, cereales, etc. También hay dietas milagro en las que se promete una bajada de peso a base de centrar la alimentación en un alimento concreto. Como, por ejemplo, la dieta de la alcachofa, la de la piña, la de la sandía, etc.
Estas dietas no son saludables. Al ser tan restrictivas, dejamos de aportar nutrientes necesarios para nuestro organismo, tales como vitaminas, minerales y proteínas. De hecho, en estas dietas, su aporte alimenticio es insuficiente. Es decir, comemos menos de lo que necesitamos, pero no solo respecto a las calorías, sino a todos los nutrientes que nuestro cuerpo necesita en general.
Cuando se sigue una alimentación muy estricta a nivel calórico y no se aportan los suficientes nutrientes, el cuerpo busca la manera de obtener aquellos nutrientes que necesita, aquello que no le ha llegado a través de la alimentación.
Entonces, lo que ocurre en esta situación de escasez de nutrientes y calorías, es que nuestro cuerpo utiliza los tejidos para conseguir fabricar aquello que necesita. Es decir, si la alimentación no es buena, nuestro cuerpo puede llegar a utilizar el músculo para sobrevivir. Nuestro organismo buscará las proteínas en nuestro propio cuerpo, ya que es el nutriente que necesitamos para reparar estructuras, crear tejidos, construir componentes celulares, sanguíneos, etc.
En consecuencia, en un primer momento, el peso en la báscula bajará notablemente. Sin embargo, esta bajada de peso no será real, ya que, lo que estás consumiendo es músculo y no grasa. En las dietas milagro, lo que se elimina principalmente es la masa muscular y el agua del cuerpo. Una vez que dejamos la dieta milagro en cuestión, nuestro organismo recupera los nutrientes necesarios para reconstruir estas estructuras y, además, previendo que pueda volver a pasar por una escasez alimentaria similar, absorberá más nutrientes que antes. Es decir, se preparará para pasar hambre, y esto lo hace acumulando todavía más grasa.
Uno de los principales problemas que plantean este tipo de dietas milagro es que, al disminuir nuestra musculatura, lo que estamos haciendo es aumentar la tendencia a seguir engordando. Nuestro metabolismo descenderá (quemaremos menos calorías). El tejido corporal que hace que quememos más calorías es la masa muscular (justo la que estamos reduciendo como consecuencia de las dietas milagro). En consecuencia, al tener menos masa muscular, consumiremos menos calorías al ralentizar nuestro metabolismo, por lo que no conseguiremos bajar de peso.
Además, hay que tener en cuenta que este tipo de dietas no deben prolongarse en el tiempo. El problema es que se trata de dietas poco saludables y que, necesariamente, tendremos que abandonar antes o después. Cuando esto sucede, se retoma el peso inicial primero y, como consecuencia del metabolismo más lento, se aumenta todavía más que el peso inicial que se tenía antes del inicio de la dieta.
Con un metabolismo lento, el cuerpo apenas necesita unas pocas calorías para vivir. Entonces es cuando se hace más patente el efecto rebote de la dieta.
La recomendación general es huir de las dietas milagro. En lugar de hacer este tipo de dietas, lo correcto será seguir una alimentación saludable de forma continuada. Es decir, el objetivo no debe ser hacer una dieta de manera temporal, sino aprender a comer correcta y saludablemente y convertirlo en un hábito que se mantenga de forma estable en el tiempo.
Para conseguir resultados duraderos respecto al peso, tienes que perder grasas, lo que requiere tiempo y paciencia. En este sentido, es fundamental mejorar los hábitos alimentarios y, además, mantenerlos en el tiempo.
En este sentido, hay que tener en cuenta que, una dieta sana y equilibrada, significa dar al cuerpo los nutrientes que necesita. La clave está en seguir una alimentación saludable que te permita perder peso de manera progresiva, de tal forma que lo que el organismo consuma sea la grasa acumulada y no la masa muscular del cuerpo.
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