
Si oyes campanas, pero te suena a chino, hoy te explicamos qué es la renta fija y la renta variable. Al terminar de leer, tendrás muy claras las diferencias entre ambas y sabrás qué tipo de inversión te conviene (en caso de que quieras rentabilizar tus ahorros).
Históricamente, los rendimientos de la renta fija y la renta variable han ido cambiando considerablemente y, en pleno 2022, la renta fija ha perdido mucha relevancia. Aún así, sigue siendo un instrumento de mucha calidad para rentabilizar dinero y en las siguientes líneas entenderás a la perfección por qué sigue teniendo sentido.
¿Qué es la renta fija?
La renta fija es un activo financiero que está pensado para las inversiones más conservadoras y menos arriesgadas. Es decir, invertir con un riesgo muy bajo (nunca hay riesgo 0, ya que hasta un país puede quebrar).
Cuando alguien invierte en renta fija, normalmente en forma de depósito, sabe exactamente el dinero que va a cobrar, y recuperará su inversión al momento de vencimiento del acuerdo.
Ejemplo: inviertes 10000 € a 10 años en un fondo de renta fija, con un 1 % de interés. En 10 años recibirás, exactamente, 11046,22 €. Tu inversión más un 1 % de interés anual. Es una buena forma de generar ingresos pasivos.
Esta seguridad, como puedes intuir, tiene un precio, el interés. Y es que, en la actualidad, la renta fija tiene unos rendimientos muy bajos. Aún así, es recomendable para inversores con mucho capital o inversores de una edad avanzada, que no pueden permitirse pérdidas de capital, donde un pequeño % de rentabilidad, puede ser una gran suma de dinero garantizada.
La renta fija no solo existe en fondos sino, por ejemplo, en un alquiler de una vivienda. Si alquilas tu piso todos los meses por el mismo dinero, ahí tienes una renta fija. Aunque, generalmente, nos referimos a renta fija cuando hablamos de bonos del estado, depósitos, etc.



¿Qué es la renta variable?
Como puedes intuir, la renta variable no tiene un interés determinado o fijo, esto se traduce en un riesgo muy elevado, aunque este riesgo va a depender del tipo de activo en cuestión. No es lo mismo invertir en una criptomoneda, muy volátil, a invertir en una compañía que lleve muchos años en el mercado, como Nestlé.
La renta variable está pensada para los inversores más ambiciosos y con una mayor tolerancia al riesgo. Son inversiones a corto, medio o largo plazo; donde la rentabilidad es toda una incógnita y va a depender de cómo le vaya a la empresa en los mercados.
Para invertir en renta variable se necesitan conocimientos, paciencia y, en muchas ocasiones, sangre fría para tolerar los períodos bajistas. Normalmente, cuando compras renta variable, operas con acciones de empresas privadas, materias primas, opciones, derivados, futuros, forex, índices, commodities, divisas, etc.
¿Cuándo invertir en renta fija y renta variable?
No hay una mejor que la otra. En realidad, todo depende del perfil, capital y edad del inversor. La renta fija ofrece confianza, y la renta variable, con toda su incertidumbre, puede dar grandes rendimientos del capital (aunque también pérdidas).
Actualmente, a través de fondos indexados, puedes incluso invertir de forma que, un tanto por ciento de tu cartera invierta en fondos de renta fija y otro tanto por ciento lo haga en fondos de renta variable. Aunque tú mismo puedes decidir cómo diversificar tus inversiones.
En realidad, los grandes inversores, diversifican sus carteras según los mismos parámetros que te hemos comentado antes: edad, tolerancia al riesgo y perfil.
¿Y tú? ¿Inviertes en bolsa? Esperamos que te haya quedado clara la diferencia entre ambos activos financieros.