Todo lo que necesitas saber sobre el hambre emocional y comer por ansiedad
En situaciones de estrés, ansiedad o preocupación, nuestro cuerpo activa ciertos mecanismos para protegernos de estos sentimientos. El hambre...
3 minutos en leer
Equipo Apetece Cuidarse Oct 21, 2022 11:11:27 AM
Antes de conocer cuál es el impacto de las hormonas en el cuerpo y en el peso, es importante conocer qué son exactamente. Pues bien, las hormonas son elementos biológicos que controlan infinidad de procesos en nuestro organismo. Pero, en algunas ocasiones, estas pueden padecer una alteración lo que hace más complicado perder peso, a pesar de cuidar la alimentación y hacer ejercicio. A continuación, te contamos cuáles son las hormonas que pueden influir en tu peso y cómo actúan.
¿Notas que no pierdes peso a pesar de cuidar tu alimentación y practicar deporte? ¡El problema pueden ser las hormonas! Sí, como lo estás leyendo, la realidad es que son varias las hormonas que pueden estar influyendo en tu peso:
Si estás en una situación de estrés o ansiedad, tu cuerpo estará produciendo más cantidad de una hormona llamada Cortisol, puesto que se libera en situaciones de estrés o alerta. Esta hormona nos ayuda a sobrevivir en situaciones de “peligro”, pero si la angustia se prolonga en el tiempo, puede terminar afectando de diferentes maneras.
La liberación de cortisol está relacionada con el aumento de la tensión arterial, nerviosismo y aumento de las reservas de grasa, especialmente de la grasa abdominal, más perjudicial y más rebelde a la hora de eliminar. Pero, ¿por qué me impide adelgazar? Cuando nuestro instinto de supervivencia se activa nuestro organismo responde creando reservas de grasa, por eso el estrés puede hacerte engordar. Además, esta hormona también está relacionada con la aparición de los “antojos dulces”.
Algunos de los síntomas que nos indican que estamos sufriendo estrés son el cansancio, los dolores de cabeza, los cambios de humor, la irritabilidad, el nerviosismo, las palpitaciones, el exceso de preocupación, las ganas de llorar o problemas digestivos. Por ello, es imprescindible tratar de evitar el estrés con una serie de recomendaciones:
La secreción de la insulina se debe al páncreas, y esta hormona influye en la sensación de hambre, pero también en las reservas de grasa. De tal forma que cuando comemos, aumentan los niveles de glucosa en sangre y se segrega la insulina para mantener constantes los niveles de glucosa en sangre. Además, la insulina también promueve, a través de ciertas enzimas, el aprovechamiento de las reservas de grasa y el aumento del apetito.
Para reducir la liberación de insulina, es aconsejable evitar los alimentos ricos en azúcares -hidratos de carbono de absorción rápida-, como bollería, galletas, mermeladas y dulces en general. En su lugar, debes tomar alimentos cuya absorción de hidratos de carbono sea lenta como, por ejemplo, los cereales integrales, los tubérculos, las legumbres y las verduras.
Otra hormona que regula el apetito es la leptina, pues envía al cerebro una señal de saciedad para informar del estado de los depósitos de grasa y también es la responsable de aumentar el gasto de energía. Para mantener esta hormona activa es importante seguir una dieta rica en Omega-3, evitar las dietas estrictas y los ayunos prolongados. Además, es aconsejable evitar el consumo de alcohol y practicar ejercicio físico de manera regular.
La grelina se produce en el aparato digestivo, y es la encargada de generar la sensación de hambre. Por ejemplo, los niveles de esta hormona se incrementan al saltarse una comida y, es por esta razón, por lo que es recomendable no hacer ayunos muy largos, pues esto provoca que se libere en mayor medida. Por lo tanto, para que la grelina funcione correctamente es esencial no saltarse ninguna comida, es decir, desayunar, comer y cenar, y además, realizar dos snacks tanto a media mañana como a media tarde. Esta hormona promueve la acumulación de grasa visceral.
Esta hormona fue descubierta por un grupo de científicos de la Escuela de Medicina de Harvard. La irisina es segregada al practicar ejercicio físico y ayuda a quemar calorías con gran eficiencia, incluso cuando ya se ha dejado de hacer deporte.
Los estrógenos son hormonas que también afectan al peso en las mujeres. Debido a los cambios hormonales que se producen durante la menopausia, el descenso de estas hormonas puede favorecer la acumulación de reservas de grasa en el abdomen, glúteos y piernas incrementando el peso corporal.
A veces, la pérdida de peso se hace más complicada cuando las hormonas no funcionan correctamente. Por ello, antes de comenzar una dieta, lo más aconsejable es acudir a tu médico o a un profesional, para que te realice un chequeo y, de esta manera, comprobar que todo está en orden. Las alteraciones que pueden sufrir las hormonas pueden necesitar de medicación y supervisión de un profesional sanitario. Para mantener estas hormonas a raya y conseguir controlar tu peso sigue estos consejos:
Como has podido comprobar, las hormonas pueden tener un control sobre el peso, por ello, ante cualquier duda, lo primero es acudir a un profesional médico. Luego, recuerda lo importante que es cuidar la alimentación, el deporte, y por supuesto, el descanso para la recuperación física y mental.
En situaciones de estrés, ansiedad o preocupación, nuestro cuerpo activa ciertos mecanismos para protegernos de estos sentimientos. El hambre...
Al pensar en bajar de peso, lo que nos viene a la cabeza es reducir y quitar alimentos de nuestra dieta. Algunas veces, incluso, hasta nos saltamos...
A pesar de que, en muchas ocasiones lo dejamos de lado, todo aquello que bebemos forma parte también de nuestra alimentación. Y, la realidad es que...