Los pómulos son una de las partes que más resalta la cara y la rejuvenece. Sin embargo, con el paso de los años, tienden a caerse y a aportar un aspecto más cansado y envejecido. En este artículo te presentamos algunos trucos que te ayudarán a marcar pómulos de forma natural sin necesidad de utilizar tratamientos invasivos.
Hay que tener en cuenta que, los pómulos, al igual que el resto de la cara, tiene múltiples músculos debajo de la piel. Estos músculos se pueden ejercitar de forma similar a como hacemos con el resto del cuerpo, lo que nos permite evitar que la zona se descuelgue y, al mismo tiempo, a dotarla de mayor volumen.
Por ello, la clave para marcar pómulos va a estar en realizar ejercicios especialmente diseñados para fortalecer esta zona de la cara. Algo fácil y que podemos realizar siempre que queramos.
A continuación te presentamos 3 ejercicios que te ayudarán a mantener la zona de los pómulos firme y bien definida.
Este es el ejercicio más sencillo que podemos hacer para fortalecer la zona de los labios y las mejillas y conseguir marcar pómulos de manera natural. Lo primero que tenemos que hacer es abrir la boca y tensar los labios (para ello tensamos los labios de forma que queden directamente sobre los dientes y tapándolos). A continuación, intentamos llevar lentamente los extremos de los labios hacia arriba, como si intentásemos reír. Notaremos tensión en toda la zona inferior y media de los músculos de la cara.
Otro de los ejercicios faciales que más nos van a ayudar a marcar pómulos es hinchar las mejillas. Para ello podemos ayudarnos de un bolígrafo o, directamente, de nuestro dedo pulgar. Introducimos el bolígrafo o el dedo en la boca y la cerramos (similar a cuando los bebés se chupan el dedo). Desde esta posición inflamos la boca con aire y tensionamos los músculos de las mejillas. A continuación haremos el ejercicio inverso. Es decir, vaciamos todo el aire de las mejillas como si sorbiéramos líquido por una pajita.
El último ejercicio que nos va a ayudar a marcar pómulos de forma natural es sonreír. En concreto sonreír de forma estática al menos durante 10 segundos seguidos. El ejercicio consiste simplemente en mantener la tensión en los músculos de la cara. Para ello sonreímos como lo haríamos normalmente pero manteniendo los dientes de arriba y abajo juntos (mandíbula cerrada pero boca abierta). A la vez, colocamos los dedos índices en las respectivas zonas de las sienes para frenar la subida de la piel en esta parte de la cara (así evitamos que se marquen las patas de gallo). Mantenemos la sonrisa fija durante unos 10 segundos aproximadamente.
Gracias a estos tres sencillos ejercicios conseguiremos mejorar la firmeza de la piel y fortaleceremos la musculatura del rostro. Cada uno de ellos podemos practicarlo unas 10 veces, dejando descansar aproximadamente unos 10 segundos entre repetición y repetición.
A parte de marcar los pómulos para verse joven, también es importante mantenerse en forma y evitar el sedentarismo.