Ejercicio aeróbico: ejemplos para disfrutar del deporte
Los ejercicios aeróbicos trabajan con la presencia y consumo del oxígeno. Existen diversos ejemplos de ejercicio aeróbico, que pueden ayudarte no...
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Equipo Apetece Cuidarse Nov 3, 2022 9:54:44 AM
Es de saber popular que la práctica deportiva habitual tiene ventajas para la salud. Sin embargo, cuando se tiene una vida ocupada es fácil caer en la tentación de dedicar el tiempo libre a no hacer nada o a priorizar actividades sedentarias.
Aunque descansar también sea importante, es probable que la actividad que realices en el periodo laboral sea sedentaria, ya que existe una gran proporción de trabajos de oficina o mostrador que no requieren mucho movimiento, por lo que se genera un bucle entre no hacer ejercicio, pero a la vez estar demasiado agotado mentalmente como para hacerlo.
Para salir de este círculo vicioso, es útil conocer cuáles son exactamente los beneficios de hacer ejercicio, ya que esto puede ayudar a encontrar la motivación necesaria para hacer deporte.
La práctica regular de actividad física aporta los siguientes beneficios.
El ejercicio es, junto a la dieta, uno de los dos pilares para el control de peso y, por lo tanto, para prevenir la obesidad y sus complicaciones. El ejercicio consume las calorías almacenadas en nuestro cuerpo y, si ese consumo es mayor a su absorción, el cuerpo experimentará una pérdida de peso.
Los ejercicios de tipo aeróbico fortalecen el corazón y mejoran la circulación sanguínea, permitiendo un mejor abastecimiento de oxígeno por todo el cuerpo.
También provoca una reducción de la tensión arterial y de los niveles de triglicéridos. En consecuencia, disminuyen las probabilidades de sufrir enfermedades cardiovasculares.
Al aumentar la demanda de energía, se eleva el uso de la glucosa que circula por la sangre. Esto permite que los niveles normales de azúcar en sangre sean más bajos y que, por ende, el efecto de la insulina mejore. De este modo, se reduce el riesgo a padecer Diabetes tipo 2.
Existe evidencia que respalda que el ejercicio reduce las ansias de fumar y los síntomas de la abstinencia. Además, evita el aumento de peso que se pudiera dar al dejar el tabaco y comer por ansiedad.
Realizar ejercicio libera varios neurotransmisores, como la dopamina y la serotonina, que mejoran el estado de ánimo y, a largo plazo, es una ayuda para estabilizar la salud mental.
El mismo cóctel bioquímico que mejora el estado de ánimo permite un adecuado mantenimiento de la estructura y función del cerebro. Así pues, la práctica de ejercicio permite mantener las habilidades de aprendizaje, pensamiento y juicio a lo largo de la vida.
Ejercitar nuestro cuerpo ayuda a reducir el riesgo a padecer algunos tipos de cáncer, como el de colon o de pulmón, entre otros.
Con la dieta adecuada, el ejercicio físico puede mantener o aumentar la masa muscular, y además la fortalece. También refuerza los huesos en niños y adolescentes y reduce la pérdida de densidad ósea en edades avanzadas.
El fortalecimiento músculo-esquelético del cuerpo, así como la mejora del equilibrio y la coordinación motora, reducen el riesgo de caídas en gente mayor, así como el riesgo de fracturas en el caso de que se produzcan.
Existe evidencia que indica que el ejercicio permite conciliar el sueño más deprisa y permanecer dormido durante más tiempo.
Al mejorar la circulación sanguínea, el ejercicio físico reduce el riesgo de disfunción eréctil en hombres y disminuye los efectos en quienes la padecen. En mujeres, el ejercicio puede ayudar a experimentar una mayor excitación sexual.
Todas estas mejoras en la salud implican, inexorablemente, un aumento de la probabilidad de vivir más tiempo y mejor.
Aunque algunos de estos beneficios se experimentan al momento, la mayoría son el resultado de la introducción del ejercicio físico en la rutina diaria y se suelen notar al cabo de un mes. No obstante, la lista de ventajas es muy amplia y solo hacen falta rutinas de 30 minutos para beneficiarse de ellas. Ahora que sabes todo esto, ¿te animas a hacer ejercicio?
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