15 ejercicios de movilidad articular para mantenerte y mejorar

Las articulaciones son fundamentales, pues es gracias a ellas que podemos hacer movimientos como correr o lanzar una pelota con la mano. Con el paso del tiempo, las articulaciones se desgastan y pierden movilidad, por lo que es muy importante no dejar de ejercitarlas. En este post encontrarás ejercicios de movilidad articular para mantener tus articulaciones lo mejor posible.

¿Qué es la movilidad articular y por qué es tan importante?

Las articulaciones son los engranajes que unen diversas partes del cuerpo, y que permiten que las personas tengamos movilidad. Por ejemplo, las rodillas unen la parte superior de la pierna con la parte inferior, permitiendo que la pierna se doble. La movilidad articular es, pues, la capacidad de movimiento que tienen las articulaciones. 

Es importante trabajar las articulaciones, pues con el paso del tiempo, unido a la falta de ejercicio y al sedentarismo, pueden resentirse. Esto puede hacer que aparezca dolor o falta de flexibilidad, por lo que es muy importante dedicar un tiempo a realizar ejercicios de movilidad, sobre todo si no se realiza ejercicio habitualmente y se lleva una vida sedentaria.

Pero los ejercicios de movilidad no solo son importantes para mantener las articulaciones, sino que también conviene realizarlos antes de realizar ejercicio. Es lo que se conoce como calentamiento, y prepara al cuerpo para afrontar la mayor demanda fisiológica que exige el hacer deporte.

Por último, realizando ejercicios de movilidad de manera continuada es posible conseguir una mejor coordinación neuromuscular, lo que retrasa la aparición del cansancio y reduce la aparición de lesiones.

Ejercicios de movilidad articular

Vamos a ver algunos ejercicios de movilidad articular que puedes practicar en casa.

Cuello

• Para trabajar la zona del cuello realiza movimientos simples, como llevar la cabeza hacía arriba y hacía abajo, estirando el cuello. Deben ser movimientos lentos y bien ejecutados, sin forzar.
• Otro ejercicio de movilidad articular para el cuello es girar hacia un lado y hacia el otro.

Hombros

• Para ejercitar los hombros basta con llevarlos hacia delante y hacia atrás.
• Túmbate boca abajo, lleva los brazos hacía delante y junta las palmas, para luego llevar los brazos hacía los glúteos.

Codo

• Para trabajar los codos, un buen ejercicio de movilidad articular es, simplemente, flexionar y estirar los codos.

Muñecas

• Junta las palmas de las manos y entrelaza los dedos. Haz movimientos circulares con las muñecas.
• Sube la palma de la mano tanto como puedas y, después, bájala.

Cintura

• Con las manos en la cintura, realiza movimientos rotatorios del torso.
• De pie, lentamente, intenta tocarte la punta de los pies con las manos, sin doblar las rodillas.

Rodillas

• Apoya las manos, una en cada rodilla; junta las rodillas, flexiona un poco y realiza movimientos rotatorios.
• De pie y mirando al frente, sube la rodilla hacia el pecho y mantén la posición unos segundos. Baja la pierna y lleva el talón hacía el glúteo, sujetando la pierna con la mano en el tobillo.

Tobillos

• Apoya el pie sobre el dedo pulgar del pie y realiza ejercicios de rotación del tobillo.

Otros ejercicios de movilidad

• El gato y la mesa. A cuatro patas, con las rodillas apoyadas en el suelo, lleva la cabeza al pecho mientras elevas el torso arqueado como si fueras un gato. Luego, sube poco a poco la cabeza hasta la posición inicial, mientras bajas el torso y la cadera, simulando la posición de una mesa.
• Sentadillas. Con los pies separados, un poco más que la anchura de tu cadera, el peso del cuerpo sobre los talones y la cadera hacía atrás, imita el movimiento que harías para  sentarte en una silla. 
• Sentadilla de arquero. De pie, con las piernas abiertas en forma de V, en lugar de bajar hacía el centro, como en una sentadilla tradicional, dobla la rodilla y baja hacía un lado.

Como estos ejercicios de movilidad articular existen muchos más, de mayor o menor dificultad, y cualquiera de ellos te servirán como ejercicios de movilidad para cuidar las articulaciones ante el paso del tiempo, o para calentarlas antes del ejercicio, evitando la aparición de lesiones.