Conoce los tipos de ejercicio físico y sus beneficios
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Equipo Apetece Cuidarse Mar 10, 2024 11:09:23 PM
Además de la fuerza, la velocidad y la resistencia, otra de las capacidades básicas del cuerpo humano es la flexibilidad. En este artículo te contamos cómo ser más flexible y te presentamos algunos trucos para tus ejercicios de flexibilidad que te ayudarán en tus entrenamientos diarios para conseguirlo.
Antes de saber cómo ser más flexible, primero hace falta conocer en que consiste esta capacidad. La flexibilidad es la propiedad que permite que los músculos se muevan hasta ciertos rangos. Es decir, es la capacidad de los músculos para moverse en un amplio espectro de longitud. Por ello, al hablar de flexibilidad muscular, también hay que tener en cuenta la flexibilidad articular, ya que, generalmente, van de la mano al implicar el movimiento como uno de los elementos esenciales que determina la flexibilidad de los músculos.
A medida que el ser humano crece, los tejidos musculares y articulares tienden a volverse más rígidos. Esto dificulta la movilidad y facilita la posibilidad de que aparezcan lesiones. Sin embargo, gracias a un entrenamiento que incluya ejercicios de flexibilidad como una de las características que se trabaja, esta rigidez se puede revertir, lo que permite evitar dolores, fatiga y estrés, entre otros problemas vinculados a la falta de flexibilidad.
Al igual que sucede con la fuerza, la resistencia o la velocidad, la flexibilidad es una capacidad que puede entrenarse. A continuación te presentamos algunos trucos y claves que te ayudarán a ser más flexible.
El calentamiento es necesario si queremos obtener buenos resultados en los ejercicios de flexibilidad y, sobre todo, evitar lesiones, por lo que debe ser el principio de cualquier rutina de ejercicios destinados a este fin.
Otro truco que nos ayudará a ser más flexibles es mantener los estiramientos (o ejercicios de flexibilidad) con una duración de entre 15 y 30 segundos. ¿Por qué? Porque, si los mantenemos durante menos tiempo, no damos tiempo suficiente al músculo como para que las fibras se estiran todo lo que dan de sí.
La forma correcta de realizar los estiramientos o los ejercicios de flexibilidad es siempre lenta y pausada, dejando que el músculo se estire por sí solo y sin aprovechar la inercia del movimiento para tensionar más allá de su capacidad natural. Evitar los toques nos ayudará a mantener lejos las lesiones.
Lo mejor que podemos hacer para ganar flexibilidad es introducir ciertos ejercicios de flexibilidad como parte habitual de nuestra rutina de entrenamiento diario y, aquellos días de descanso, complementarlos con actividades como el yoga o el pilates, que nos ayudarán a trabajar la flexibilidad sin necesidad de cansar los músculos. Recuerda que con practicar la elasticidad un día a la semana no será suficiente, debe ser con más frecuencia.
Muchos de los ejercicios destinados a ganar flexibilidad son, en sí mismos, estiramientos. Sin embargo, al final de la sesión, lo que podemos hacer es realizar estiramientos más suaves y que impliquen todo el cuerpo. De esta forma, terminaremos el entrenamiento relajando los músculos y evitaremos lesiones.
La dieta es un elemento clave para cualquier entrenamiento físico, incluido también cuando queremos ganar elasticidad. No pienses que por no ser ejercicios de fuerza o resistencia la dieta no va a afectar a este tipo de ejercicio. Cuida la alimentación y será más fácil que gane elasticidad muscular. Practica una dieta equilibrada.
Muchos ejercicios de elasticidad requieren el uso de esterillas, almohadillas o rodillos, lo que permite amortiguar el peso y también dar mayor ángulo de apertura a muchas articulaciones. Usa el material adecuado según el tipo de ejercicio de elasticidad que estés realizando en cada momento.
Los ejercicios de elasticidad para ganar flexibilidad no deben ser un compartimento estanco. En este sentido, lo más recomendable es combinar los ejercicios para ser más flexible con ejercicios de fuerza, resistencia y velocidad. De esta manera, desarrollamos un entrenamiento equilibrado.
Existen algunas disciplinas concretas que nos van a ayudar a mejorar nuestra flexibilidad. Por ejemplo, el yoga o el pilates. Ambas disciplinas son perfectas para introducir ejercicios de flexibilidad. Además, se pueden adaptar a las necesidades y circunstancias de cada persona.
Dentro de los diferentes tipos de ropa deportiva que existen, vamos a encontrar ropa concreta para la práctica de disciplinas como el yoga. Esta ropa es menos apretada y más flexible que otras prendas deportivas, por lo que son la mejor opción para un entrenamiento que esté centrado en obtener mayor flexibilidad y que permita mayor ángulo de recorrido de las articulaciones.
Ahora que ya sabes cómo ser más flexible solo te queda aplicar estos pequeños trucos a tu rutina diaria de ejercicios de flexibilidad. Los primeros días serán los más duros, pero empezarás a ver resultados a partir de la primera o la segunda semana.
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