¿Sigues sin saber qué son y cómo funcionan las empresas disruptivas?

Vamos a empezar este artículo con una definición sencilla de lo que significa la palabra «disrupción». La RAE nos dice que es una rotura o interrupción brusca, pero como queremos vincular el concepto con lo que son realmente las empresas disruptivas, añadiremos que esta ruptura es con lo anterior, con cambiar por completo las formas de hacer. 

Por lo tanto, cuando hablamos de disrupción, lo hacemos de empresas innovadoras que lo que pretenden es sustituir un modelo de negocio que ya existía y funcionaba, por otro que acerque el mismo producto o servicio al consumidor, aunque de diferente modo. 

Sí, ¡lo sabemos! Tu cabeza cortocircuita aunque expliquemos este fenómeno de manera breve. Así que vamos a hacer algo todavía más sencillo. Vamos a mencionar un ejemplo de empresa disruptiva y ahí lo verás más claro.

Airbnb: así consiguió triunfar con un modelo de negocio disruptivo

¿Conoces Airbnb? Qué preguntas… Raro sería si no te sonase ni siquiera un poco. ¿Acaso antes de su existencia no podías viajar y alojarte en cualquier lugar con buenos precios?

Cuando una empresa está en proceso de creación, analiza las necesidades del que será su público objetivo y basa sus acciones en satisfacer dichas necesidades. Antes de Airbnb podías reservar una habitación de hotel o alquilar un apartamento, pero la forma en la que esta empresa presentó su modelo de negocio marcó un antes y un después, sobre todo, en la vida de los viajeros más jóvenes. Incluso, ha cambiado la manera en la que planificamos las escapadas en familia.

Airbnb resolvía no solo la necesidad de alojarse, sino que conseguía que los viajeros pudieran centrarse en disfrutar de las experiencias, al bajar sus costes de alojamiento. Los huéspedes tienen ahora la posibilidad de convivir durante sus estancias con los propietarios, y eso es algo que ha conseguido bajar bastante los precios. 

Además, no podemos dejar de mencionar que esta empresa tiene otra cara: la de conectar a los anfitriones con los huéspedes a través de una sencilla plataforma, permitiendo alquilar sus habitaciones o apartamentos mucho más rápido que antes y con más facilidades.

¿Quieres más ejemplos de empresas que han sido disruptivas? BlaBlaCar y su amenaza a los sistemas de transporte convencionales, Duolingo ofreciendo la posibilidad de aprender más de 50 idiomas en una aplicación gratuita, Netflix con su oferta infinita de títulos, Ikea y su afán por cambiar la experiencia de los clientes… 

Incluso, nuestra oportunidad de negocio fue disruptiva cuando salió al mercado, ya que te da la oportunidad de desarrollarte profesionalmente siendo tú mismo el dueño de tu emprendimiento y con una inversión mínima.

¿Profundizamos en el concepto de empresas disruptivas?

Seguro que después de hablarte de Airbnb y los demás ejemplos que hemos mencionado, ya tienes más claro el concepto. Si resumimos, entenderemos que las empresas disruptivas son aquellas que consiguen cambiar los hábitos de la población, consiguen transformar el mercado y hacen que la manera en la que nos relacionamos con nuestro entorno evolucione. 

Pero, ¿quién dijo por primera vez que una empresa innovadora debía llamarse disruptiva? Citemos al académico y economista Clayton Magleby Christensen, responsable de llevar por primera vez la teoría de la «Innovación Disruptiva» a las aulas de Harvard Business School en 1995. Teoría que, más tarde, incluyó en su libro El Dilema del Innovador. 

Su teoría defiende que existen dos tipos de innovación. Por un lado, una determinada como la sostenible, cuyo propósito es optimizar un producto o un servicio que ya existe y del que ya se disfruta, para generar mayor rentabilidad. Y, por otro lado, la innovación disruptiva es la que crea productos o servicios para centrarse en las futuras necesidades del cliente. Estos productos o servicios, por norma general, son más fáciles de usar, más baratos y cuentan con una producción menos costosa.

Por esto se habla de interrumpir los mercados existentes, de romper con lo anterior para ofrecer nuevas alternativas que cambien nuestra forma de concebir el mundo y la forma en la que consumimos. Seguro que nunca más te quedarás en blanco cuándo alguien te hable de empresas disruptivas.